Versos para leer con paraguas. Aldo Javier Méndez, ilustraciones de Mariela de la Puebla y editado en Mil y 1 cuentos.
Cuenta Aldo Méndez que… mi casa de Cuba, la de mi infancia, soñaba ser barco, por eso cuando llovía y mi calle era río podíamos jugar a ser marineros. Ahora (con otra apariencia) vivo en España, en Ciudad Real, un lugar donde llueve muy poco, poquísimo y como añoro la lluvia y las luces de mi niñez, juego a pintar mi casa de colores, a contar y escribir cuentos y a inventar poemas con las palabras que aprendí en mi infancia.
Es como lluvia la risa
carcajada, el aguacero.
Es la llovizna, sonrisa
y un chaparrón, con la brisa,
un risueño sonajero.
Nos ha gustado mucho este libro de poemas lleno de juegos, estribillos, retahílas, pregones, nanas, soniquetes… y penas, sabores, amores, cuentos, canciones … y ¿sabes qué? : ciencia, lenguaje, sociales…
La literatura es pura vida.
Quiero ser un aguacero
y el paraguas cuando llueve.
Quiero ser blanco en la nieve,
ser pájaro y ser lucero.
Quiero un mordisco de sol
cuando nace la mañana.
Quiero ser una campana,
ser cascada y caracol.
Quiero ser árbol con flores,
ser un lago y ser camino,
ser río y ser adivino
ser del campo sus olores.
Quiero ser “había una vez”.
Quiro ser un cometa,
ser lluvia y ser pandereta
y los colores del pez.
Quiero ser el mar salado,
ser la nana de una abuela,
ser el patio de la escuela
y colorín colorado.
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