El libro de la selva. Rudyard Kipling

1 Jun

El libro de la selva, escrito por Ruyard Kipling, ilustraciones de Robert Ingpen y editado por Blume, 2007.

Este año se cumplen 75 años de la muerte de Rudyard Kipling  y desde aquí, nuestro homenaje al escritor que nos regaló los maravillosos cuentos de El libro de la selva.

Rudyard Kipling nació en 1865 en Bombay, la India, hijo de una familia briánica. Cuando era un niño lo enviaron junto a su hermana a Inglaterra, donde vivió malas experiencias con una familia de acogida y mejores en un internado. En 1882 regeresó a la India, donde inició su carrera como periodista.

Volvió a Inglaterra en 1889 y pronto llegó a formar parte del círculo literario de moda. Aunque sus primeros intentos en la novela no tuvieron éxito, todo cambió con El libro de la selva en 1894. Luego llegaron otros éxitos, Kim y Los cuentos de así fue. En 1907, se convirtió en el primer escritor inglés que ganaba el Premio Nobel de Literatura.

 

Kipling siguió escribiendo y reflejó en sus historias los acontecimientos duros que sucedieron en su época, como la caída del Imperio británico en India y la primera guerra mundial, en la que perdió a su hijo. Murió en 1936, con todo el reconocimiento a un autor lleno de imaginación y diversidad en sus obras.

Nos acompañan en esta edición las maravillosas imágenes de nuestro admirado ilustrador Robert Ingpen: una buena razón para hacerse con la edición de este libro. Sus ilustraciones añaden a los cuentos mayor belleza aún, dejando espacio al lector para seguir imaginando las historias de la selva.

 

Las aventuras de Mowgli se recopilaron en varias épocas y lugares y a partir de multitud de fuentes, de leyendas, cuentos y de todo lo que el autor había imaginado.

 

 

– !Qué pequeño! !Desnudo y atrevido!- dijo Madre Loba, con dulzura. El niño se abrió paso entre los lobatos para acercarse y calentarse en el flanco de la loba-. !Mira, se alimenta como los demás!!. ¿Y esto es un cachorro humano? He aquí una loba que va a vanagloriarse toda su vida de haber tenido una cría humana entre sus hijos.

Y desde entonces, Madre Loba y Padre Lobo, protegieron a Mowgli, el renacuajo, la rana, como un hijo más de su camada.

Mowgli se enfrentará a muchos peligros, el primero y mayor, Sheere Khan, el tigre, siempre acompañado por el chacal Tabaqui.

Perseguirá a Mowgli con obsesión a pesar de que la ley de la selva prohíbe a las fieras comer carne humana. Cuando se mata a un hombre en la selva, se provoca la llegada del hombre blanco con cientos de fusiles a lomos de elefantes.

Y cuando esto ocurre, todo el mundo sufre en la selva.

 

 

La manada de lobos y su jefe Akela, aceptan a Mowgli, gracias a las buenas palabras del oso Baloo y al pago de un buey que ofreció la pantera Bagheera.

Creció feliz durante más de diez años. Se acercó escondido a los humanos y se hizo con el fuego, la flor roja, a la que nunca tuvo miedo.

Pero una revuelta de los lobos, con las conspiraciones alentadas por el tigre, provoca enfrentamientos con Mowgli, que es expulsado de la manada de Seeonee y jura vengarse de Shere Khan.

– ¿Qué me ocurre?- dijo- No quiero abandonar la selva y no sé qué es esto que me está pasando. ¿Me estoy muriendo, Bagheera?.

– No, hermano. Son sólo lágrimas, como las que derraman los hombres. Ahora sé que eres un hombre de verdad. Has dejado de ser un cachorro y ya no hay sitio para tí en la selva. Déjalas correr, Mowgli. Son sólo lágrimas.

 

 

 Mowgli era un alumno aventajado y aprendía la Ley de la selva de su maestro Baloo.

El niño trepaba a los árboles tan bien como nadaba, y nadaba casi tan bien como corría. Así pues, Baloo, el Maestro de la Ley, le enseñó también las leyes del bosque y de las aguas… A ningún habitante de la selva le gusta que le molesten y todos están dispuestos a saltar contra el intruso. Así pues, a Mowgli le resultó muy útil la consigna de Cazador Extraño, que hay que repetir en voz alta cuando se caza en terreno ajeno, hasta que alguien conteste.«Dadme permiso para cazar aquí, porque tengo hambre».

La respuesta es: » Caza, pero sólo para comer; jamás por placer».

 

Mowgli se deja llevar por los monos de la selva que viven sin leyes ni normas. Sus amigos corren en su ayuda con Kaa, la serpiente, que provoca enormes temores entre los monos y saben muy bien que deben escapar lejos de ella:

Generaciones enteras de monos habían aprendido a hacer lo que debían por las historias que los mayores les habían contado sobre Kaa, la ladrona nocturna, que podía deslizarse por las ramas de los árboles con el mismo silencio con que crece el musgo y llevarse consigo al mono más fuerte de todos.

Pero, ¿serán capaces de liberarse del embrujo de la danza de Kaa ?

 

Mowgli entra en la comunidad de los hombres a cambio de pastorear los búfalos y es adoptado en la aldea por una mujer, Messua.

Todas las noches se celebraba una reunión bajo una higuera.

Los ancianos se sentaban alrededor del árbol y se enzarzaban en conversación, acompañándola con el humo de las grandes bukas o pipas de agua hasta bien entrada la noche. Allí se narraban asombrosas historias de dioses, hombres y espíritus. Sin embargo, las que contaba Buldeo sobre las costumbres de las fieras en la selva superaban a todas las demás, hasta tal punto, que al escucharlas, los chiquillos que se sentaban fuera del círculo abrían los ojos como platos de puro asombro.

Kipling juega en sus cuentos con dos ideas que hace convivir, a través de los personajes animales y humanos: por una parte la de la libertad y el desarrollo de una personalidad crítica y capaz de tomar decisiones, y por otra, la necesidad de pertenecer a la comunidad, a una familia, y respetar las normas que hagan posible la convivencia. 

  

En los cuentos de la selva hay otras historias que se han difundido mucho menos y que son de una enorme profundidad. Para el lector que aborde por primera vez su lectura,  son cuentos inesperados, sorprendentes y llenos de belleza. ¿Imaginabas que entre los cuentos hay uno situado en el mar de Bering, tan tan lejos de la India?

Pues allí vivía en primavera Zarpa de Mar, una foca fuerte y gris que nadaba como un torpedero. Junto a su dulce esposa, Matkah, tuvieron a Kotick, una cría blanca, única.

Kotick creció sano y alegre, pero presenció la terrible matanza de focas a manos de los hombres y desde entonces, buscó un lugar donde vivir a salvo de ellos.

¿Sería cierta la leyenda sobre una foca blanca del norte que llevaría a todas las focas a un verdadero paraíso para ellas, donde jamás hubiese llegado el hombre?

 

En los cuentos de Kipling hay muchos de los rasgos de las fábulas. Se mantiene en todos un código ético en las relaciones de los animales totalmente humanizados y muchos paralelismos con las comunidades humanas. Son personajes llenos de fuerza, agudeza y complejidad, que no dejan de mostrar lecciones de vida para los lectores.

 

 

 No podrás olvidar a Rikki-Tikki-Tavi, la historia de la gran guerra que libró la mangosta con las cobras, para salvar de su veneno a los humanos con quienes vivía; o a Toomai de los Elefantes, es una de las más bellas y emocionantes del libro, en la que un viejo y enorme elefante, Kala Nag, y el pequeño niño Toomai, participan en la ceremonia estremecedora y secreta del baile de los elefantes; y por último, el cuento de los animales de la guerra, Servidores de su Majestad, en donde un camello, una mula, un elefante y dos bueyes, mantienen una intensa conversación y debate sobre la obediencia.

 

 

Kipling puso en sus cuentos todo lo que había escuchado e imaginado sobre la selva.

Hay libros que abren caminos en el desarrollo del mundo emocional, moral e imaginativo de las personas, y El libro de la selva, es uno de ellos. En él se rinde un homenaje a la naturaleza, al mundo animal y a la condición humana.

10 respuestas to “El libro de la selva. Rudyard Kipling”

  1. Javier Fonseca junio 1, 2011 a 1:37 pm #

    No conocía esta edición. Estoy aún conmovido por las ilustraciones. ¡Fantásticas! Y, por supuesto, tu reseña/comentario sugerente y motivador.
    Gracias.

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    • Ana Nebreda. Biblioabrazo junio 1, 2011 a 2:48 pm #

      Es Robert Ingpen, un ilustrador bestial. También ilustró la edición de Blume de Peter Pan y Wendy, que protagonizó uno de los post.
      Piérdete en el enlace a él y verás cómo pinta. Cuando palabra e ilustración son de calidad, a nosotros nos dan alas…. 😉
      Abrazos, Javier.
      Ana

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  2. GERARDO LUNA febrero 10, 2012 a 4:54 am #

    POR FAVOR INDIQUENME DE DONDE PUEDO BAJAR LAS FOTOS E HISTORIAS DE LOS PERSONAJES, SON PARA LA MANADA DEL WAIGUNGA GRUPO 471 BADEN POWELL, PROVINCIA COACALCO,

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    • Ana Nebreda. Biblioabrazo febrero 10, 2012 a 9:48 am #

      Aquí mismo aparece la editorial del libro, que puedes comprarlo por Internet en diferentes portales de libros, como iberlibro.
      Y en Internet no lo sé. Aquí hay que hacer un poco de explorador 😉

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  3. singmae marzo 15, 2012 a 3:41 pm #

    mui bueno me sirvio de ayuda

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  4. Pauly de Martínez julio 3, 2012 a 6:02 pm #

    Me gusta mucho, gracias, también me va a servir.

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  5. Isabel enero 8, 2013 a 3:21 pm #

    Pensé que en todo esto cabía hacer siquiera una alusión al mas grande de los poemas que se han escrito IF precisamente siendo el autor el mismo que escribio El libro de la selva

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  6. borda agosto 3, 2014 a 3:34 pm #

    es muy bueno

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  7. juan paredes diciembre 10, 2014 a 6:57 pm #

    es muy bueno seguiré leyendo estos libros

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  8. Claudia abril 15, 2016 a 12:18 am #

    Es una aventura fascinante, cada uno de los cuentos de el libro de la selva, recuerdo como me atrapó hace 10 años atrás y como lo hace aún hoy. Maravilloso

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