Las nanas, arrullos y cancioncillas que llegan al oído del más pequeño, en la voz de quien le quiere y le protege, son los primeros sones y palabras rimadas llenas de tradición que mecen el sueño y la calma, en la cuna de un abrazo.
Las más bellas nanas del mundo, recién salidito de la editorial Kókinos, nos anima a hablar de esta belleza de la literatura tradicional que se produce en cualquier lugar del mundo.
Este libro es un viaje musical con seis escalas: africana, criolla, eslava, escala del jardín de Edén, brasileña y portuguesa y escala asiática. Una recopilación de los seis libros-disco de la colección Canciones infantiles del mundo, hecha con un gran cuidado, como acostumbra esta editorial.
Fragmentos de infancias recuperadas, piezas originales cantadas por adultos y por niños nativos de cada uno de los países que conforman esta recopilación. Auténticas joyas que nos han sido expresamente confiadas para ser compartidas.
Cantos amorosos, transmitidos de generación en generación, reflejos de penas y de alegrías, útiles para espantar miedos, tristezas y dolores.
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Y con esta novedad de inicio, os ofrecemos una selección preciosa de libros en los que la noche y la luna se llenan de poesía y de nanas, y que pueden ocupar un lugar especial en nuestra biblioteca personal y en la biblioteca escolar.
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La luna
Se enojó la luna
se enojó el lucero,
porque esta niñita
riñó con el sueño.
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Duérmete, Natacha,
para que la luna
se ponga contenta
y te dé aceitunas.
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Duérmete, Natacha,
para que el lucero
te haga una almohada
de albahaca y romero.
Juana de Ibarbourou.
Ohhh, qué bonitas recomendaciones, cuánto disfruto leyéndote, siempre me encantan tus entradas… ¡cuánto aprendo! Un beso.
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Anda, que yo con tus aventuras !!!
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¡Qué bonita entrada! A mis hijas a veces les he puesto las nanas del mundo. Les encanta la africana y a mi me encanta la portuguesa. El cuento de Antonio Rubio, Luna, lo hemos cantado en el coche, en casa, en la calle mirando la luna: se ha convertido en un clásico y le tenemos un cariño especial. Un abrazo.
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Qué bien leerte, Noe!!
Tus hijas tienen mucha suerte con esta madre lectora 😉
Besos
Ana
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me gusto el poema.
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