A veces, las transformamos en otros objetos. Ahora lo veréis.
Si te quedaste con ganas de ir a la librería con
!Prohibido a los gatos!,del mismo autor, ahora sí harás un viaje acertado, porque
Una piedra extraordinaria lo ha reeditado este 2014 la
editorial Ekaré.
Nos encantan las publicaciones de esta editorial.
Este escritor e ilustrador holandés humaniza a los pequeños animales dotándoles de ternura, inteligencia y humor, de un modo sencillo y sin ningún artificio, como si las cosas sucedieran así de natural; como si lo hiciese un niño en sus juegos. Puede que parezca fácil, pero no es así si no eres un genio con una gran mirada de niño.
Esto mismo sucede con sus ilustraciones, basadas habitualmente en lápices y ceras de color y pequeños papeles rasgados a modo de collage, capaces de representar el microecosistema de una pequeña charca o de un escondrijo de ratones.
La historia de Una piedra extraordinaria está llena de guiños al lector, que enseguida percibe la equivocación de la voz del narrador y de lo que suponen los personajes, provocando una sonrisa anticipada cargada de expectación. Te cuento por qué:
Tres ranas que juegan. Jessica, una de ellas, encuentra una piedra blanca y grande que decide llevarse a casa. Enseguida Marilyn, que siempre todo lo sabe, aprecia que no se trata de una piedra, sino de un huevo… un huevo de pollo.
Al romperse el cascarón aparece un pequeño caimán, que será para ellas sin duda un pollo, al que tratarán sin ningún tipo de prejuicios, porque simplemente es un pollo para ellas. Y se hacen amigos inseparables, jugando desde el amanecer hasta la caída del sol.
Cuando descubren quién es realmente la mamá de la cría, no tienen ya nada que temer y a pesar de que fuese un pequeño y dulce caimán, como lo llama su mamá, para las ranas, seguirá siendo pollo.
Una preciosa fábula sobre la amistad y las diferencias, llena de humor, juegos en el lenguaje y expectación en los sucesos.
Un libro para niños que trata sobre algo que en el mundo adulto hacemos con frecuencia: hacer juicios y suposiciones sobre los demás que condicionan nuestro trato.
Tenemos muchas piedras en casa que llegan en nuestros bolsillos o en las mochilas porque como a Jessica la rana, nos resultan muy atractivas.
Y nos gusta hacer alguna transformación con ellas cuando algo nos inspira.
En esta ocasión nos ha parecido perfecto convertir algunas pequeñas piedras en marcadores de lectura que puede ser un detalle perfecto para regalar desde la biblioteca escolar, entre los compañeros de la clase o a quien más te apetezca.
Es muy sencillo, solo necesitamos pequeñas piedras, pintura de témpera, pinceles, rotuladores negros, cinta de goma elástica y pistola de silicona para pegar.
Con estos marcapáginas, recordarás en cada momento en qué lugar dejaste la lectura la última vez.
!Facilísimos y bien rebonicos!
2 comentarios para “Una piedra extraordinaria. Leo Lionni”