!Qué poco nos gustan las imperativos! Llevamos fatal esto de que nos manden y se nos pone mala cara cuando alguien ordena.
Nos hemos empeñado en quitarle este mal rollo a los imperativos, y hemos descubierto que cuando el mensaje imperante es positivo, esta forma verbal nos cambia la cara.
¿Y si además el mensaje va en una calabaza?. ¿Lograremos que las calabazas dejen de ser un mal de amor o un resbalón en los estudios?
¡Calabazas con imperativos! No es precisamente una receta de cocina, pero sí una combinación capaz de convertir deseos en órdenes, ¿quieres verlo?
Escribir mensajes, imaginar una idea buena, ordenar algo placentero, repartir deseos… todo con palabras que quieren comunicar, jugar con formas verbales de manera creativa y arrancar sonrisas con ellas.
Esta sencilla propuesta de escritura nos ha gustado.
Mucha culpa de ello ha tenido Mr Wonderful, que ya nos enamoró con sus ideas.
Tuvimos que pensar en buenos deseos convertidos en imperativos.
Con una calabaza seca y vacía a la que le cambiamos su color marrón por un blanco opaco y tupido que fuese el lienzo de nuestros rotuladores.
Y un poco de tiempo para la transformación con las ganas de que fuese un regalo muy especial.
Después, solo tienes que dejarla en lugares estratégicos para que las órdenes lleguen a quien te interese.
Nosotros ya hemos cumplido algunas órdenes y esperamos hacer todas las que podamos en estos días, porque se nos han ocurrido muchas más. ¿Te apuntas?
Maravillosa propuesta como es habitual, en cuanto vea el libro me lo llevo.
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Es una propuesta fantástica. Tengo que echarle un ojo al libro que mencionas pues lo desconozco. Gracias por compartir.
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