La cabra que no estaba. Pablo Albo y Guridi

24 Mar

Si quieres pasar un rato divertido y un poco loco con un montón de personajes que habitan en una granja, este libro es una buena oportunidad.

Si buscas un texto con un entramado en el que no descubras hasta el final el misterio, pero en el que durante el camino vayas a encontrarte con pequeñas historias jugosas, este libro es una oportunidad.

Si estás desesperado por la falta de textos con chispa para dramatizar, para leer en grupo poniendo el acento teatrero, este libro es una oportunidad.

No todo el teatro se vive tras un telón.

Aquí, hay teatro.

Acompáñanos.

ratonesanimados

La cabra que no estaba

Pablo Albo

Ilustraciones de Guridi

Editorial Fun Readers, 2015

 

Esta es una historia divertida, contada con mucho humor, aunque lo que les sucede a sus habitantes es muy serio. Parece que la vida en una granja no es tan tranquila cuando las desapariciones de los compañeros animales llegan a ser definitivas. Y esa mañana, un grito desgarrador rompió la armonía del nuevo día.

La historia que narra Pablo Albo, ya digo que salpicada de risas constantes, pone en alerta a todos los animales de la granja cuando descubren que la cabra ha desaparecido.

Y en la reunión animal, el burro les contará su confusa experiencia tras el muro de la granja sin saber bien si fue un extraño suceso, un despiste o consecuencia de una gran falta de memoria; el cerdo les desvela que perdió la oportunidad de escapar por culpa de un buen puñado de mondas de alcachofas; la gata, un poco maliciosa, se sincera ante todos revelando que ya sin dientes ni uñas, no puede cazar; y las gallinas defienden su valentía, que adoptaron un enorme pollo al que devolvieron a su auténtico hogar.

 

-Pobre cabra- dijo el burro-, debe de estar enferma. Ahora que lo pienso, se le veía cansada últimamente.

-Sí, y comía poco- completó el cerdo.

-Sí, y hacía poca caca jjjjjjjjj- rieron los ratones.

Las gallinas empezaron :

-¿ Poca qué?

-Poca caca

-Ah, sí, poca caca.

-Poca, caca.

-Poca, poca, caca- intervino el ratón rezagado-. Por eso grita. Le dolerá la barriga.

-Bueno, no siempre se grita de dolor-intervino el cerdo. Y que sepáis que yo también estuve a punto de desaparecer. Pero en mi caso de irme yo, por mí mismo. Todo ocurrió una mañana. Me levanté y noté algo extraño. Olisqueé el aire «oink-oink» y, sí, olía a…

– A margaritas- trató de adivinar el burro.

-A queso- dijeron los ratones

-A queso- dijo el ratón rezagado.

-A grano, a grano…- parlotearon las gallinas.

-¡No! Olía a aventura- dijo el cerdo misteriosamente.

-¡Ohhhhhh!- exclamaron todos.

 

 

Desde le primer momento me ha parecido una historia perfecta para hacer una lectura dramatizada. Hay muchos personajes dialogando continuamente, muchos registros emocionales, un ambiente divertido que al grupo le va a motivar de manera especial.

La lectura dramatizada es una actividad colectiva en la que el lector, los lectores, deben representar a los personajes por medio de la voz. Desde el punto de vista del desarrollo de habilidades lingüísticas, la lectura dramatizada es un medio de ejercitar la dicción y la entonación, aplicadas a las características del personaje que se representa.

Necesita de ensayo, porque si bien no requiere de la memorización de los textos y los movimientos no son los exactos de un montaje, la capacidad expresiva sí lo tiene que ser.

La cabra que no estaba tiene siete capítulos cortos y puede leerse cada día por separado creando intriga para lo que viene y un ambiente simpático en el grupo. Es importantísimo organizarse, repartir los personajes, colocarse en el lugar adecuado y ensayar con anterioridad. Puedes ver todos los detalles de una lectura dramatizada desde aquí.

Será una experiencia con la que poner en práctica muchos recursos de un buen lector y muchas habilidades de trabajo en grupo.

En esta historia todos los personajes tienen una especial personalidad a la que aportar teatralidad con la voz, pero no dejan de ser importantes el grupo de las gallinas y de los ratones, porque son el coro constante de humor.

¡Ah!, ¿que qué le paso a la cabra?, ¿que por qué no estaba?…

Pues le pasó algo maravilloso… pero si te lo cuento, las gallinas están dispuestas a darme de picotazos. Y no es plan.

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Esta experiencia lectora practicada con los niños que ya saben leer bien, puede dramatizarse no sólo ante los compañeros de la clase, también a los pequeños les va a gustar de manera especial que vayan a sus clases para leerles de manera dramatizada el texto.

Y ellos, los más pequeños, pueden hacer los personajes en cartón para inventar nuevas historias con los personajes de una granja.

Hacer los personajes, tocarlos y jugar con ellos como en el cuento, es apropiarse de la historia.

A ver si te gustan éstos que hemos hecho.

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Y aquí todos en la función:

cabra3

 

3 respuestas to “La cabra que no estaba. Pablo Albo y Guridi”

  1. Ana Cristina Herreros marzo 26, 2016 a 3:15 pm #

    Te sigo como gato en celo desde cualquier parte del mundo. Qué buenos libros nos muestras…

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  1. La cabra que no estaba. Pablo Albo y Guridi – Planeta Educarex - marzo 24, 2016

    […] Archivado en: Biblioabrazo. Ana Nebreda Tagged: actividades, animales, humor, teatro Fuente: La cabra que no estaba. Pablo Albo y Guridi […]

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