Llega hoy hasta nosotros una nueva joya literaria salida del exquisito horno de Kalandraka, un libro de cuentos cortos, encabezado por la cita de un antiguo filósofo que se dedicaba al humor. Y esa cita no solo lo encabeza, también lo define: Este gran libro está montado a la manera de los libros de fábulas, y se dedica a entretenernos y hacernos pensar, mientras sonreímos.
Escribo pues sobre asuntos que jamás he visto,
aventuras que nunca he oído ni nadie me ha contado,
sobre cosas que ni existen en absoluto ni tienen visos
de que puedan existir jamás. Por lo que mis lectores
harán bien en no otorgarme crédito alguno.
LUCIANO DE SAMOSOTA, Historia Verdadera
Aunque se publicaron hace ya diez años, no me cabe duda de que esta colección de cuentos es pura vanguardia literaria, algo que importa muy poco, y que rezuma calidad en cada página, lo que resulta imprescindible.
Su apariencia intelectual es la de una obra de la Grecia clásica, pero nacida en un género muy nuestro y actual, el cuento corto surrealista e inteligente, a veces construido de calambures, sofismos y juegos de palabras, pero a veces solo describiendo una situación ilógica, o una idea absurda.
Yo tendría feliz este libro preparado para cuando alguien, y no necesariamente un niño por tratarse de cuentos, me pidiera que le leyera un cuento, quizás por lo atractivos que son, (“El escritor Gerald Durrell, por ejemplo, tuvo una extraordinaria colección de animales prodigiosos entre los que se encontraba su propio hermano”), pero también por las posibilidades que dejan abiertas cada una de sus narraciones, (“Esta historia también puede contarse de esta otra forma”), o por las infinitas preguntas que se agolpan en la mente de quienes osan leerlo (“Un granjero compró un gallo que padecía insomnio”).
Juraría que Víctor González, el escritor gallego que firma este libro, tiene la intención de no dejarte indiferente con sus historias, al tiempo de que te rías abiertamente por la loca idea que acaba de introducir en tu mente.
Me ensimisma el ilustrador asturiano Pablo Amargo, y creo haber visto ilustraciones suyas en otras ocasiones, quizás en las ánforas de Éfesos, en vasijas alejandrinas o en mosaicos mitológicos helenísticos que siempre se han achacado a personajes desconocidos como Zeuxis, Parrasio o Apolodoro.
Esta pareja de autores han conseguido una extraordinaria brillantez en esta obra de historias equiparables a las utilizadas por los antiguos para transmitirnos el humanismo, e ilustradas con la misma sencillez e inteligencia con la que se cuentan. Porque para entender estos cuentos hay que ser muy culto, aunque si no lo eres ellos te lo harán, y para apreciar sus ilustraciones tienes que haber visto muchas, aunque si no es el caso, cuando veas otras te recordarán a éstas.
El río que se secaba los jueves (y otros cuentos imposibles)
Víctor González
Ilustraciones de Pablo Amargo
Editorial Kalandraka, 2018
Me ha llamado mucho la atención tu reseña, pero ¿crees que niños de 6 y 8 años lo podrán disfrutar? Leemos a Rodari ( «Cuentos por teléfono» y «Retahílas de cielo y tierra») y «El libro de las camas», de Sylvia Plath, es también uno de sus favoritos. Gracias por tus reseñas, son un referente para mí a la hora de buscar libros para mis niños.
Me gustaMe gusta
Estos cuentos, Myriam, son como las cebollas: tienen capas y capas de lectura. Son también muy metafóricos, a veces surrealistas y otras evocadores.
Algunos pueden leerse a escuchantes de cualquier edad, pero… si tuviera que coger un libro para leer o para que leyese un lector entre 6 y 8 años, seguramente antes escogería otros libros que son más cercanos en manera de contar. Esta maravilla de cuentos de Víctor González son mucho más certeros para lectores más experimentados en la lectura y en la vida.
Abrazos
Me gustaMe gusta
Gracias, Ana. Seguiré tu consejo.
Me gustaMe gusta
Hola. Soy de Chile. Cómo puedo conseguir este libro («El rio se seca los jueves…») ??
Atte
Jessica Inzunza Betanzo
Me gustaLe gusta a 1 persona
En cualquier portal de libros de Internet.
😉
Me gustaMe gusta