El curso pasado estuvimos con Pep Bruno en los Círculos de lectura disfrutando y aprendiendo de él.
Una de las actividades propuestas al grupo fue la de hacer a coro una entrevista a Pep. Le enviamos las preguntas y nos respondió con mucha generosidad.
Comparto en este espacio esta singular entrevista, esta conversación a través del cable, porque nos dice mucho de él, y siempre sus palabras disparan la reflexión, la crítica y el gozo de leer.
- Pep, soy Montse, del colegio “Sagrado Corazón”. Mis preguntas son :
Todos tenemos un primer libro que da comienzo a nuestra andadura lectora, ¿recuerdas cuál fue el tuyo?Hola Montse, de pequeño me recuerdo muy lector de cómic, especialmente de Tintín y Astérix, también leía aventuras de Los Cinco (de Blyton) y de Los Hollister (de Svenson). Tengo aun así recuerdos de dos libros que leí varias veces, de pequeño El negrito Sambo (un libro álbum basado en un cuento tradicional) y, sobre todo, El zoo de Pitus, de Sebastiá Sorribas, un libro al que a veces regreso.
¿ Quién te descubrió y dijo que tus historias merecían la pena publicarlas?
Desde que recuerdo escribía cuentos, siendo muy niño escribir cuentos era un juego más. Escribía y leía mucho mientras iba creciendo. Siendo ya adulto seguía escribiendo y enviando cuentos a concursos literarios (y ganando alguno), pero entonces se cruzó en mi vida la narración oral: seguí escribiendo y leyendo y, ahora, además, contaba. La narración oral se convirtió en mi forma de vida y seguía escribiendo (al menos un cuento por semana, durante 17 años, que publicaba en El Decano, una revista local de Guadalajara).Entonces ocurrió que en Beja (Portugal) el editor de Kalandraka Xosé Ballesteros me escuchó contar y me pidió que le mandara algo para ver si se podía publicar (fue en 2001 si no recuerdo mal). Y eso hice, enviarle textos (que indefectiblemente rechazaba) hasta que le llegó el «Cuento para contar mientras se come un huevo frito» y ahí cambió todo.

- Soy Mar, del CEIP “Vivero”, espero llegar a tiempo para hacer un par de preguntas. Son estas:
– ¿En qué momento te diste cuenta que querías dedicarte a este maravilloso oficio de contar historias?En febrero de 1994 comencé a contar cuentos y a finales de ese año empecé a cobrar por hacer sesiones de cuentos. Durante unos cuantos años fui compatibilizando otras vidas con la de cuentista: escribía, estudiaba e investigaba en la universidad, trabajaba en otras cosas (educador en piso de menores tutelados, granja escuela, monitor de natación…).Pero poco a poco todo se iba despejando: no podía hacer muchas cosas y todas bien, ni medio bien, así pues lo que más felicidad me daba (y quizás mejor hacía) acabó haciendo que el resto de opciones fueran siendo descartadas. Quizás lo que más me costó fue abandonar la beca de investigación en la Universidad, pero, años después, estoy seguro de que fue la decisión acertada.
– En todos estos años de recopilar historias de literatura oral, ¿hubo alguien o algo que recuerdes especialmente?
Sí, la señora Emilia, de Robleluengo (Guadalajara), una mujer entrañable, sabia, que llevaba trabajando toda su vida y que tenía una memoria fantástica para los cuentos, poemas y sucedidos.
- Soy Rosa del CEIP “Prácticas”. Me gustaría preguntarte que:
¿Cuándo disfrutas más, al contar cuentos a los adultos, o a los niños?
En realidad el mejor público es el que quiere escuchar cuentos, da igual si es adulto o infantil, joven o viejo, hombre o mujer. Eso da igual, el mejor público es el que tiene ganas de irse de viaje contigo.
- Pep, soy Carlos del CEIP “La Montaña”. A veces también queremos leer cuentos a los niños. ¿Qué consejos nos puedes dar para hacerlo y que les llegue nuestra lectura?
La lectura en voz alta es una propuesta maravillosa, nosotros en casa la hemos practicado de forma continuada y habitual durante muchos años (16 tenía el mayor cuando empezamos a hacerlo de manera menos continuada). Ahora todavía disfrutamos de la lectura en voz alta cuando estamos juntos o viajamos los cuatro en el coche.Lo mejor, desde mi punto de vista, es que quien lea esté leyendo entregado a la historia, eso se lo llevará a él de viaje y con él ira el resto, quienes estén escuchando.El ratito de lectura en voz alta en casa siempre era uno de los mejores momentos del día.
- Soy Pilar Rodríguez Merino y mi pregunta es:
¿Alguno de tus libros está inspirado en ti, tienen algo de autobiográfico?Creo que todos los libros tienen algo de mí. Ya sea porque se cuentan cosas que he vivido (como por ejemplo en Los días pequeños y el capítulo de las ciruelas) ya sea porque soy yo quien las cuenta desde mi propia mirada.En realidad contar (de viva voz o escribiendo) es una forma de contarse, de contarnos.
- Hola Pep, soy Montaña Estévez del CEIP «Cervantes» y tengo una pregunta que me hubiera gustado hacerte en directo pero que, por falta de tiempo, no pudo ser. Es la siguiente: «¿Qué opinas sobre el libro electrónico? ¿Qué ventajas o inconvenientes percibes?»
El libro electrónico es sencillamente un libro con un formato distinto. Ahora bien, el cambio de formato implica también que hay ventajas e inconvenientes: uno puede llevar miles de libros en un eReader, pero la experiencia de la lectura no es igual: físicamente no lo es (tacto, vista, ver la evolución de la lectura, etc.).No soy lector de libro electrónico, pero leo mucho en pantalla, prensa sobre todo. Aunque para lectura reposada, calmada, profunda, sigo prefiriendo el libro en papel, indiscutiblemente.

- Pep, soy Ana, y me gustaría imaginar el lugar y el momento en el que te gusta especialmente leer, ¿nos lo cuentas?
Me gusta mucho leer a primera hora de la mañana, a las ocho, cuando se ha marchado mi hijo al instituto. Me siento en el sofá y leo una hora y media o así, creo que es uno de los mejores momentos del día. Otros momentos fantásticos de lectura son los finales de semana remoloneando en la cama con un buen libro.Aunque en verdad cualquier momento y cualquier lugar es un buen momento para leer, especialmente si tengo entre las manos un buen libro.
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