Durante el curso escolar espero cada año con muchas ganas la llegada de Mari Carmen Díez Navarro a los cursos de formación. Llega cada primavera con la misma alegría, las ganas de brotar y echar a volar que se contagian en esta estación.
Sus experiencias, su conocimiento y su peculiar forma de comunicar nos entusiasma y sobre todo, nos aporta tanta lucidez y respeto por la Infancia, que su Voz es imprescindible en la Educación y en la formación de profesores.
«Organicemos una Escuela Infantil que considere al niño una persona, al maestro un aprendiz y a la escuela un lugar de encuentro»
Este curso ha tratado de la importancia de los vínculos en Educación Infantil, y termino con el cuaderno lleno de notas que no quiero olvidar. (Alguna maestra comenta con gracia que ha tomado con ganas más apuntes en estos días que en toda su carrera).
–La Escuela en la que me he estado empleando practica una escucha de todos y va hacia el comprenderse. No solo el maestro habla.
–Si hay algo importante en la relación educativa son los Vínculos: que uno tenga ganas de quedarse en el recuerdo del otro.
–Hay que dar oportunidad al «piso de abajo». Esto supone respetar el tiempo de los niños, más que al tiempo escolar.
–Lo de dentro son los relatos, los cuentos, teatros, el hablar de lo que inquieta y se piensa. Cuando lo de dentro va bien, lo de fuera marcha casi solo.
–El maestro no puede ser un dispensador de fichas, alejado de la vida, del afecto, de la mirada, de la escucha, del hablar… Si lo mira, si lo escucha, si le das, te sale lo que el niño necesita.
-Tener claros los lugares psicológicos del adulto y del niño: no puedes igualarte porque entonces lo dejas sin adulto de referencia.
–Es importante entender algunas bases referenciales para comportarse con los otros.
-Los materiales que tenemos a mano, los materiales no estructurados, despiertan la creatividad y son muy versátiles: piedras, sábanas, cajas, pañuelos, naturaleza, zapatos, bisutería… faciliatn experimentar con el lenguaje, el volumen, la clasificación, la imaginación…
– Imagino la Igualdad como el toldo de un circo y debajo, estamos todos. Ser iguales no significa que todos hagamos lo mismo y al mismo tiempo.
Y todas estas ideas salpicadas con las conversaciones de los niños, sus ocurrencias, sus pensamientos, sus sentimientos, sus curiosidades… que Mari Carmen cuenta tan bien, dando sentido y argumentando su pedagogía. Está rebosante de sabiduría.
Si no estuviste, léela.
Tiene muchos libros pedagógicos publicados que son un referente para la Escuela y sin duda deben formar parte de nuestra práctica docente. Desde aquí puedes saber más.
Las sonrisas de la foto, no son de foto: son de verdad 🙂
Gracias a todas y a todos por vuestras ganas de escuchar y saber.
Acabo de leer este libro de artículos publicados por Mari Carmen Díez Navarro y Vicenç Arnaiz.
Infancias. Educar y educarse
Editorial Graó, 2017
Una colección de artículos sobre la Educación que se cuela en la vida cotidiana de todos, en la que educar y educarse se dispensa en todas direcciones.
Estas palabras de Mari Carmen reflejan muy bien el ambiente de este libro:
«Todo esto que cuento muestra una posible forma de trabajar en la escuela: preparar un ambiente abierto, mantener una actitud de escucha, incluir las ideas de las criaturas, valorar el jugar, aprovechar la vida cotidiana, verbalizar las cuestiones afectivas, proponer normas de funcionamineto, fomentar las relaciones, abrir el apetito al aprendizaje, e invitar a los niños y niñas a crear y pasarlo bien.
Decididamente nuestra opción está clara. No podemos aparcar el placer en la puerta de la escuela. No podemos extraer de los niños el deseo y la necesidad de jugar. No podemos rociarlos del conocimiento puro sin el peligro real de una intoxicación de hartazgo, pasividad o rebeldía. No podemos dejar de enamorarnos de la vida cotidiana que, disfrazada de juego, nos interrumpe la programación, y nos desordena un poco… para bien del conocimiento y de los niños.»
«Supongo que por eso vivo mi profesión con apasionamiento, por eso escucho lo que dicen los niños, por eso aprendo mano a mano con ellos. Esperando que me alcance alguna gota de la alegría de vivir que ellos tienen y derrochan.»
Las experiencias educativas de Mari Carmen Díez y sus libros debieran ser referentes tratados de Educación en la formación de maestras y maestros.
Ninguno deberíamos dejar de leer su artículo «¿Cómo ha de ser un buen maestro?», lejos de mandamientos, abierto a la reflexión personal y encaminado a vivir con salud y placer esta profesión de asombros, vínculos, responsabilidades y alegrías.
Gracias Mari Carmen, por darnos tanto.
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