A este otoño le está costando cubrir el suelo de hojas, mientras, el sol continúa con días luminosos.
Que se lo digan a mis hibiscus llegados de Málaga que están repletos de flores como si el verano no acabara. Tal vez sea también porque cerca de ellos leemos en estos días los poemas de Lorca…
¡Cuánto me gustan los poetas que juegan con las palabras haciendo guiños en los versos para que no te quede más remedio que leerlos una y otra vez!
¡ Y cuánto gustan estos versos en la Infancia cuando alguien los recita, los canta, lee o baila !
Estos versos sonoros son como para guardarlos en un puño: para abrir y soltarlos una y otra vez.

Vals en las ramas
Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba el pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
si la nieve durmiera un mes,
y las ramas luchaban con el mundo
una a una
dos a dos
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh golfo sin hormigas al amanecer!
Con el muuu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas
y el gloo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.

De este poema tomaría varios versos para jugar a las Contraseñas poéticas
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El poema Vals en las ramas forma parte del poemario «Poeta en Nueva York» que se publica por primera vez en 1940, cuatro años después de su muerte. Federico García Lorca lo había escrito entre los años 1929-30 durante la estancia de nueve meses en Nueva York y que cambiaron la visión de sí mismo y de su arte.
Casi al final del libro aparecen dos poemas que forman la «Huida de Nueva York». El primero de ellos ,«Pequeño Vals Vienés», se extendió por todo el mundo de la mano de Leonard Cohen que le puso música en su canción «Take this waltz».
El segundo, «Vals en las ramas», también fue interpretado por el cantaor Enrique Morente.
Y otra interpretación que me ha gustado mucho muchísimo es la de Melaya y Fabero, que recitan el poema como un canon musical de manera magistral.
Así me gustaría hacerlo a mí:
una a una,
dos a dos
y tres a tres.
Romancero gitano.
Poeta en Nueva York.
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías
Federico García Lorca
Ilustraciones de Federico García Lorca
Editorial Optima,1998
Ay, ay, ay, Ana
Cuánta belleza me has regalado
de buena mañana.
Graciassssss
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Pues me haces feliz!!
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Por favor,vdadmevde baja de la lista. No encuentro cómo hacerlo, no hay enlace directo Gracias
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