
Dicen que no hay ninguna lectura inocente, que todas llevan guardado un tesoro que debes encontrar. Si esto no nos sucede con un libro… mejor poner nuestra atención en otra lectura que nos conduzca a algún rincón emocionante.
La reina de las ranas no puede mojarse los pies, es una lectura llena de tesoros entre sus palabras e ilustraciones.
Davide Cali nos cuenta cómo en una charca la vida tranquila de las ranas transcurre normalmente entre cantos, saltos y siestas, hasta que un día cayó del cielo en el agua una pequeña corona brillante.
Una de las ranas se pone la corona en la cabeza y es nombrada !la reina de las ranas!

En ese momento, en el estanque cambiaron muchas cosas: la reina dejó de mojarse y de hablar con el resto de las ranas que además, tenían que estar todo el día cazando moscas gordas para la reina y su séquito. Se acabaron los cantos en la charca…
Un acontecimiento social cambiará de nuevo la vida en el estanque y mientras tanto, las ranas y cómo no, cualquier lector que se acerque hasta este lugar, se preguntará sobre lo que debe hacer la reina de las ranas, por qué alguien llega a ser reina y desde luego, si la vida en el estanque era mejor o peor antes de coronar a una de las ranas.

Marco Soma ilustra la historia con mucho encanto. Tengo debilidad por los animales humanizados, que hacen, visten y gesticulan como personas. A través de ellos puede contarse todo con una distancia muy agradable.
Tendrás la sensación de ser una rana más del estanque.

Merece la pena acercarse a esta lectura editada por Libros del zorro rojo y llevarla hasta el cole.
Ahora que comienzan a establecerse relaciones de grupo, que se buscan espacios en los recreos, que surgen tantos momentos para compartir y para respetar, que se establecen normas, se afrontan colflictos… es momento también de conversar sobre las injusticias, la obediencia, la responsabilidad o cómo y quién manda.

Y al hilo de esta lectura, una propuesta preciosa para hacer grupo, para construir algo juntos donde todas las aportaciones son importantes, puede ser este colorido y enorme mural que vi en A little hut.

La belleza siempre contribuye a la cordialidad y seguramente que a lo largo de este trimestre podremos hacer entre los de la clase o en el pasillo del ciclo, un mural muy parecido a éste, en el que cada uno va pegando pequeños trozos de cartulina de color por la parte de la pestaña doblada en las líneas de los círculos concéntricos dibujados.


Hacerlo es muy sencillo y el resultado puede ser espectacular. ¿Te animas?

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Etiquetas: actividades, animales, convivencia
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