Adivinanzas con beso para las buenas noches

Las adivinanzas suponen un juego de palabras y de lógica que ponen al que escucha, ante un reto que lleva su tiempo.

Estos juegos nos gustan porque son situaciones compartidas en las que al menos habitualmente hay dos: el que plantea la adivinanza y el que resuelve (o lo intenta).

Nos gustan además porque son frases, pequeñísimos textos intensos y comprimidos que tienen otro tiempo y otro perfil de lectura, que descubren más dimensiones de las palabras, porque juegan a parecer lo que no son.

Adivinanzas con beso para las buenas noches

Sofía Rhei

Ilustraciones de Sigrid Martínez

Editorial Alfaguara, 2014

Las adivinanzas se presentan por meses (!qué buena estrategia!) y con la idea de dedicarle cinco minutos, o diez, al día.

Por supuesto, las soluciones en las páginas finales.

Y es que es un alivio cuando después de pensar e imaginar, no das con la respuesta. Al leer y saber la solución piensas: !cómo no se me ha ocurrido!

Y tú sabrás muy bien, !la alegría que da resolver con acierto una adivinanza!

El libro es muy alegre en sus dibujos y colores. Perfecto como una golosina para los pequeños y un motivo para mirar y apreciar los detalles estéticos de las ilustraciones.

Cada mes guarda alrededor de doce adivinanzas relacionadas con esa época del año; y finaliza el mes con un texto rimado en el que diferentes animales son protagonistas de una escena divertida, tierna o amistosa.

Es que no hay que olvidar, que estas adivinanzas van siempre con beso.

Algunas adivinanzas de este mes que entra: Junio.

 

Los libros de adivinanzas ocupan un lugar protagonista en nuestras bibliotecas, públicas, escolares o personales. Habitualmente se ubican en la sección de Poesía, porque la rima es un elemento constante en estos acertijos, pero es conveniente señalizar con un cartel, «Adivinanzas», el espacio que ocupan.

¿Por qué a los niños les gustan tanto las adivinanzas?

Dice Rodari en Gramática de la Fantasía, que es una experiencia de conquista de la realidad.

Para un niño, el mundo está lleno de objetos misteriosos, de acontecimientos incomprensibles, de figuras indescifrables. Su misma presencia en el mundo es un misterio sin aclarar, una adivinanza sin resolver, incógnitas que intenta superar con preguntas directas o indirectas. El conocimiento sobreviene, a menudo,  en forma de sorpresa.

De ahí el placer de experimentar de modo desinteresado, por juego, o casi por adiestramiento, la emoción de la búsqueda o la sorpresa…

… En estos desafíos , se robustece el sentimiento de seguridad del niño, su capacidad de crecer, su placer de existir y de conocer.

¿Cómo construir una adivinanza?

Si bien emocionante es poder resolver el enigma, también lo es construirlo para otros.

Y de nuevo Rodari, en Gramática de la Fantasía, nos ofrece algunas claves en los siguientes pasos:

1.- En la base de la definición hermética hay un extrañamiento del objeto, que es separado de su significado y contexto.

Imaginemos un bolígrafo: su forma y lo que realiza sobre el papel.

2.- Asociación y comparación, que se ejerce  sobre una de las características del objeto o su contexto. La hoja de papel en blanco puede convertirse en cualquier otra superficie blanca: una pared, un campo nevado…

3.- Metáfora final que nos sugieren los dos pasos anteriores y en donde ya ocultamos el objeto, haciéndolo misterioso y desafiando a la imaginación.

Si además, lo conviertes en verso… !bingo!

Sobre un campo nevero

traza negro sendero

!Ya estamos inventando adivinanzas y pensando en la forma de presentarlas!

 

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