Bibliotecas Escolares en Tránsito.

Un placer estar en el  Congreso Nacional de Bibliotecas Escolares que se celebró en Santiago de Compostela los días 10, 11 y 12 de noviembre.

Me encantó la puesta en escena del  Palacio de Congresos, en el que cajas de colores y de muchos tamaños, ambientaban el espacio de manera sugerente… ¿qué guardarán?, ¿cuántas cajas llenas de sorpresas tenemos en las bibliotecas?, ¿qué caja, qué color… abriría?, ¿cuántas llevaremos abiertas en el cole?…

Ha sido un foro para la reflexión, el intercambio de experiencias y la propuesta de medidas que permitan a las bibliotecas escolares realizar la función que les corresponden en el ámbito educativo. Será difícil transmitir todo lo que escuché y me quedaré cortísima, pero algunas ideas a modo de flashes:

– El Ministro Gabilondo, tan acertado en sus palabras, transmitió que leer es mucho más que una actividad del tiempo libre; la lectura y la biblioteca están llenas de fuerza, de afecto y de sentido.

– Javier Celaya, seguramente con la ponencia más magistral, nos ayudó a navegar entre los últimos desarrollos tecnológicos que se acercan a las necesidades del libro y los lectores, entrando desdeluego por diferentes puertas a Internet y no sólo a través de una: clubs de lectura virtuales, espacios para compartir anotaciones como Readmill o Findings, los transmedia que hacen posible el libro enriquecido, !alucinante!, la educación a través de los video-juegos…

– El modelo de Mesa redonda es muy dinámico en estos espacios y Luis González moderó con agilidad y acierto las intervenciones de Daniel Cassany y Joaquín Rodríguez, que hablaron de las nuevas formas de aprender y la opulencia informativa que marca de un nuevo modo el acceso al conocimiento, o mejor, la construcción de éste. La necesidad de currículos flexibles, de integrar las capacidades tecnológicas en éstos, de no ser sólo consumidores de Internet… toda una cartografía del conocimiento a la que estar atento e interpretar.

– Muchas experiencias de centros de Primaria y Secundaria de muchos lugares del país se exponían al mismo tiempo en las que se transmitía el entusiasmo y los cambios que generan las bibliotecas escolares en los centros.

– Víctor Freixanes nos emocionó con una historia personal familiar, en la que la lectura, la memoria de la poesía que siempre nos conduce a otras dimensiones, a veces también nos devuelve a la realidad y lo vivido.

– Cristina Novoa y Casildo Macías presentaron el Marco de referencia para las bibliotecas escolares elaborado por la Comisión Técnica de Bibliotecas Escolares.  Son orientaciones sobre el modelo de biblioteca escolar que el actual sistema educativo necesita, dirigido a todos los miembros de la comunidad escolar en todo el ámbito de la palabra. Nos entregaron el documento y ¿sabéis cuál fue el aspecto más controvertido? Pues el de siempre y sin resolver: los recursos humanos de la biblioteca escolar.

– Inés Miret y Mónica Baró expusieron  una herramienta de autoevaluación en la que han trabajado y que plantea preguntas e indicadores para mejorar la biblioteca. El documento lo tenemos ya, pero especialmente me gustó el cómo habría que utilizar esta herramienta para que sea eficaz y útil, siendo un documento que nos ayude a avanzar y no a evaluar sólo para saber en qué fase podamos estar.

– Y nuestra esperada Michèle Petit, que existe de verdad. Cómo no unirse a sus ideas sobre las consecuencias de la lectura en el ser humano y especialmente en los entornos excluídos o de conflictos. Cómo encontramos en los libros las palabras que están fuera, para explicar lo que llevamos dentro. Las consecuencias de hospitalidad, de calor, de escucha, respeto y de democratización que de manera extraordinaria da la lectura.

Una anécdota sencilla y preciosa que nos contó, y que genera muchas respuestas y reflexiones, de una niña que al ver a su seño enfrascada en la lectura le pregunta:

Maestra, ¿y para qué estás leyendo, si ya sabes leer?

Y una de las mejores cosas que suceden en estos eventos, son las charlas contínuas en los pocos momentos que tenemos para encontrarnos. Conversaciones intensas, apasionadas y que giran en torno al mismo tema pero en donde nos encontramos los interlocutores ideales.

Pero lo emocionante… han sido los abrazos reales que nos hemos dado quienes nos relacionamos virtualmente. A mí me han emocionado los biblioabrazos de mi querida Cristina, de Gloria, de Isabel, de Rosa, de Miguel…

Ya digo, un placer este Congreso.

Puedes ver todo lo que ocurrió desde el sitio web, Bibliotecas escolares en tránsito.

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