Jose Ramón Sánchez

Recuerdo muy bien de niña a Jose Ramón, sentado frente a una enorme hoja de papel y un grueso rotulador negro, dibujando personajes y escenas mientras contaba historias que me dejaban boquiabierta.

José Ramón Sánchez , Santander, 1936, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Ilustración correspondiente a 2014 por su trayectoria, su influencia en varias generaciones de ilustradores y su esfuerzo por el reconocimiento de la profesión.

Fué capaz de contagiarnos su alegría, su curiosidad, su inocencia para soñar y con él, no nos aburríamos nunca.

Durante los años 70 y 80 dio visibilidad al trabajo de los ilustradores españoles gracias a su intervención en  programas infantiles de TVE: Un globo, dos globos, tres globos, Dabadabadá, Sabadabadá y El Kiosko.

Estos programas fueron la bomba para los que fuimos niños en esos años y vistos ya con ojos de adulto, es evidente que se hicieron con una enorme inteligencia, alegría y complicidad con la infancia; una producción propia muy cuidada a la que deberían mirar los productores de programas infantiles de hoy.

Jose Ramón hablaba a los niños con mucha pasión sobre los libros, los cuadros, las películas, la danza, la música, el teatro… Despertar la curiosidad por personajes y por las creaciones artísticas era frecuente en él, porque a través de ellas los niños conocíamos el mundo, las ideas, las culturas, las emociones…

Antes de aterrizar en la televisión ilustró libros de texto para la editorial Santillana, libros de literatura infantil para la editorial Doncel y participó en la edición de cortometrajes animados para niños, como El hombrecillo vestido de gris de Fernando Alonso o Pablito, en homenaje a Picasso.

Participó como ilustrador en muchas publicaciones infantiles, como Los libros del aprendiz de brujo, de la editorial Miñón, por lo que obtuvo el Premio Lazarillo al mejor ilustrador español en 1978.

Ilustró carteles publicitarios y fueron muy visuales los creados para el PSOE de la época, con ilustraciones llenas de vidilla, de color y escenas muy alegres que fueron tremendamente rompedoras en la etapa de la transición.

En esos años también ilustró  La Constitución del 78 destinada a los alumnos de E.G.B. por encargo del Ministerio de Educación y que aún rondan por las bibliotecas de los colegios.

 

Entre sus obras ilustradas más adelante destacan La gran aventura del cine (1983 y expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid), El Quijote (1993), La Biblia contada a todas las gentes (1997) en la editorial Anaya y Moby Dick.

Jose Ramón Sánchez ha ido evolucionando como artista y se centró desde hace años en su faceta de pintor, en el olor a aceite y a óleo. Sus obras y sus dibujos por tanto también han ido cambiando de estilo y perspectiva creativa.

En su aventura como editor publica Gentes de Sotileza en 2007 y su casi autobiografía dedicada a su nieta Cuando el abuelo fue niño en 2012.

Si te dan un premio así es que tu carrera ha merecido la pena. Así que lo celebré con alegría. Llevaba 18 años alejado desde que me retiré a Santander, autoexiliado, y no esperaba ningún premio. Ha sido una resurrección. Sin embargo, desde que me lo dieron, he sufrido algunas decepciones. Me ha llamado gente para que repitiera trabajos de hace 20 o 30 años. Y yo ya no sé dibujar monigotes. No entienden que mi coherencia ha consistido en evolucionar. Quise crecer creativamente. Y me vine a Santander para crecer.

Desde Biblioabrazo le damos la enhorabuena y aunque ya haya cerrado su etapa de ilustrador infantil, no podemos dejar de recordar que fue parte de nuestra niñez: nos encantaba esa palabra mágica que hacía sonreir y soñar, Dabadabadá.

 

Si quieres saber todavía más detalles sobre la ilustración infantil de Jose Ramón Sánchez y rememorar aquellos años, te recomiendo que leas dos estupendos artículos desde aquí y aquí.