Esta colección de 10 libros editados por Anaya comienza con gusto y respeto hacia los lectores en su nombre: Preguntas para mentes despiertas.
Porque así, muy despiertas están las ideas de nuestros niños, con ganas de saber, de preguntar y encontrar respuestas.
Violeta Monreal es la autora del contenido y de las ilustraciones, que ya son reconocidas por su estilo collage con papeles rasgados. Aporta a cada pregunta una visión muy amplia en donde no hay espacio para una sola respuesta porque la realidad, la vida, es muy poliédrica.
Un texto que anima a pensar, a expresar y a escribir o dibujar nuestras ideas pues al final de cada libro se incluye una doble página en la que poder ampliar y representar respuestas.
Diez temas llenos de interés que incitan a los lectores a expresar sus preferencias y satisfacer sus curiosidades.
- ¿Qué animal te gustaría ser?
- ¿En qué obra de arte te gustaría vivir?
- ¿Qué te gustaría ser de mayor?
- ¿Qué deseo pedirías?
- ¿Qué te gustaría inventar?
- ¿Qué es lo más bello del mundo?
- ¿En qué lugar te gustaría vivir?
- ¿Qué personaje te gustaría ser?
- ¿Qué te hace feliz?
- ¿Qué miedo te gustaría vencer?
Nos encantan estos libros que fomentan la conversación, el diálogo, la imaginación, la expresión oral y la creatividad entre los lectores; que nos ayudan a conocernos un poco mejor y también el mundo que nos rodea.
¿Sabes lo que quieren saber tus alumnos o tus hijos?
Habitualmente somos los adultos quienes establecemos los contenidos o los temas para aprender, investigar o hablar. Sin embargo, en las metodologías educativas por proyectos, siempre se comienza escribiendo lo que ya saben los niños sobre un tema, y también lo que quieren saber acerca de él.
Esto es genial y aunque no sea éste tu método de trabajo, es muy interesante saber por qué están interesados ellos, cuáles son sus curiosidades o sus preguntas.
Una sencilla propuesta para desarrollar a partir de una actividad vista en Good Happy Day:
Con estas imágenes las explicaciones son mínimas.
Sí protagonizar ante todo nuestra aportación a la idea, en la que cada palo de helado o depresor de madera una vez pintado de color, lleve escrita una pregunta.
El cubo se irá llenando de preguntas a lo largo del curso escolar y nos sentaremos juntos cada cierto tiempo para responder a través del diálogo, de lecturas, de conversaciones y reflexión.
Nos sorprenderán con sus propuestas:
¿Dónde se esconde el Sol?
¿Por qué salen lágrimas de los ojos?
¿Cómo se hace el pan?
¿Por qué no huelen bien los pedos?
¿Andan los esqueletos?
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Y puedes destinar otro contenedor con preguntas para que ellos respondan:
¿ Te llamarías de otro modo?
¿Dónde te gustaria vivir?
¿Con quién te gusta jugar?
¿Qué le regalarías a tu abuela?
¿Cuál es tu sueño favorito?
¿Qué lugar te ha sorprendido más?
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Seguro que si os lo proponéis, podréis hacer vuestro propio libro de Preguntas para mentes despiertas, lleno de respuestas inteligentes.
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Me ha encantado. Gracias Ana.
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Desde hace varios años trabajo con la metodología de proyectos y realmente es maravilloso preguntar. Es sorprendente saber cuales son sus intereses. Van mucho más allá de lo que imaginamos. La idea de los palillos es genial. Gracias Ana.
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