Antonio Rubio, maestro y poeta.

» Y, lo que sería peor, hacerse poeta; que, según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza».

Cervantes en El Quijote.

Veréis, yo quería comenzar con algo grande para hablar de alguien muy especial. Y recordé que tenía guardada esta cita de Cervantes, que a nadie mejor que Antonio Rubio se le puede regalar.

 

Antonio Rubio lleva toda su vida siendo maestro y poeta. Lo de maestro ya lo ha dejado por la jubilación, pero no ha perdido por ello ni el hábito de madrugar ni el gusto por enseñar lo que sabe. Así que lo de la poesía sigue siendo incurable y con la enseñanza, contagiosa y pegadiza.

Ningún maestro debiera perderse una tarde formación con Antonio Rubio. Uno regresa a casa sabiendo que algo especial ha vivido, que no es posible la escuela sin poesía, que la infancia descubre el mundo por la rima, que la poesía alienta la lectura, la escritura y el habla.

Esto es lo que pasa por escuchar a un gran poeta y maestro.

Así lo vivimos un grupo de maestros embelesados con los poemas que recitaba Antonio Rubio, las nanas que cantaba, los títeres de dedo, los juguetes poéticos y cancioncillas que iba rimando mientras sacaba libros, objetos y maletas.

Tiene alma de poeta y algo de titiritero, porque la clase se fue llenado de sorpresas y tesoros.

 

Dice Antonio que el trabajo de la poética en la escuela y en la vida se fundamenta en que somos hijos de una onomatopeya: el tic tac del latido del corazón de la madre.

El primer momento literario de nuestra vida es la nana que nos canta la madre para dormir.

Y fue cantando las nanas y rimas de la infancia para reconocer los elementos del cuerpo, para relacionarse con los demás, para jugar con el lenguaje…

Algunas con muchos muchos años, y que resurgen con un niño pequeño en la casa.

Tus ojos son cerezas

de mi cerezo

ciérralos despacito

mientras te mezo.

 

Hubo tiempo para muchos juegos, lecturas, creaciones y rimas.

!Cuántas cosas quedaron en su mochila por contar!

Hoy os recomendamos una nueva publicación de Antonio Rubio con la editorial Kalandraka.

Veo Veo y Limón, son dos nuevos libros dentro de la colección De la cuna a la luna, que tanto nos gusta y que tanto hemos leído con los niños.

Son libros para leer antes de saber leer: nos apuntan la direccionalidad de la lectura, la repetición de una imagen y su palabra, la rima sencilla, la acumulación de elementos… un juego visual y lingüístico perfecto para los más pequeños.

Una luna y otra luna

fueron juntas de paseo

y subieron a un columpio

a jugar a veo-veo:

 

– Veo-veo, ¿tú qué ves?

– Una estrella sobre un pez.

-Veo-veo, ¿qué ves tú?

– El pez en el cielo azul.

 

Os contamos que estos sencillos juegos poéticos los hemos hecho en grupo con lectores más mayores y han funcionado muy bien. Aunque algunos aún lo duden, al cerebro le encanta jugar y en cuanto le das un poco de cuerda, corretea alegre por una propuesta lúdica a cualquier edad.

No queremos olvidar deciros que las ilustraciones son de Óscar Villán, que también ha hecho un abecedario tridimensional precioso que Antonio trajo para jugar con las palabras, y que habéis visto en una de las imágenes del post.

De Antonio Rubio hemos hablado en muchas ocasiones desde Biblioabrazo y lo seguiremos haciendo porque es un genio de la poesía.

Desde aquí puedes leer más cosas sobre sus libros.

Desde aquí puedes ver más imágenes de la sesión de formación en el CPR de Cáceres.

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