Respirar de manera adecuada supone lograr un bienestar físico y mental. Ser conscientes de esto y dedicarle unos minutos al día a través de juegos sencillos supone controlar los niveles de estrés en niños y en mayores.
Cada vez son más las técnicas de otras culturas que aterrizan sobre nuestra forma de vivir a contrarreloj para descubrirnos maneras de aprender a mirar hacia dentro, reflexionar, estar en silencio y calmar la mente.
Respira es un diálogo entre una madre y su hijo que con el propósito de calmar las inquietudes del niño en la noche, nos presenta una recopilación de ejercicios ilustrados para ayudar a los más pequeños a tomar conciencia de su respiración.
Un acierto para poner en práctica ya mismo, pero con calma y sosiego, porque eso es lo que queremos conseguir. ¿Respiramos?
Respira
Editorial Pequeño Fragmenta, 2015
De nuevo un libro informativo que de forma dialogada con un lenguaje sencillo y claro, y bajo un escenario cotidiano, se presenta como un recurso para fomentar la lectura, para despertar la curiosidad e ilustrar sobre un tema interesante y concreto.
La respiración se relaciona directamente con nuestras emociones: cuando estamos nerviosos la respiración es rápida y sonora; cuando estamos tranquilos, pasa a ser pausada y armónica. Si sabemos controlar la respiración, podremos reaccionar con serenidad en momentos críticos, disfrutar de la serenidad en la calma, concentrarnos cuando tenemos mil ideas en la cabeza o dormir sin preocupaciones.
Recuperar la respiración plena es un paso muy importante para volver a conectar con nuestro cuerpo. Si los niños lo aprenden cuando son pequeños, les estamos dando herramientas para que puedan vivir con más profundidad a partir del acto más sencillo y necesario que todos hacemos: respirar.
En el libro nos muestran ejercicios muy bonitos para disfrutar y controlar la respiración: la ola del mar, oler rosas, el árbol que crece, el búho y el gato, tocar las campanas o el viento que deshace las nubes.
Muchas de las propuestas vienen del yoga, del taichí, del chikung o de la kinesología.
Lo importante para comenzar es aprender a respirar de forma consciente, sintiendo este proceso, de forma tranquila y pausada. Cuando los niños logran este efecto los resultados son increíbles, ya que hay grandes avances en su concentración, les ayuda a mejorar la comunicación con los demás e incluso están más atentos y participativos en clase.
En la parte final del libro tenemos una Guía de lectura en la que nos explican paso a paso cada uno de los ejercicios con muchos detalles para poner en práctica y versiones diferentes sobre el mismo ejercicio. Juegos que a los niños les gusta experimentar y que irán controlando poco a poco.
Hemos encontrado algunos carteles muy visuales y explicativos, especialmente sobre yoga para niños, que pueden ayudarnos en la puesta en práctica de esta técnica, en la que el control de la respiración es esencial.
Vía: Decopeques.
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Como todo lo que publicas, genial. Te sigo permanentemente.
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Gracias 🙂
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Estimada Ana Nebreda
buen día
gracias ante todo por los envíos que siempre leo…
quiero señalar un detalle en este último,
en la figurita del niño en el agua dice: inspiro, expiro!
la palabra para ‘soltar’ el aire normalmente es ‘espirar’
lo otro significa ‘morir’, no era la intención de la autora, con seguridad.
Un saludo cordial desde Buenos Aires
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Hola, Margarita: ¡qué razón tienes! Gracias por el comentario y detectar el error. Se lo trasladaré a la editorial.
Un abrazo. Ana
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Margarita, es un error que se ha corregido en la publicación que yo tengo. Voy a cambiar la imagen ya mismo, ya verás cómo aquí nadie muere :)))
Un abrazo
Ana Nebreda
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Quiero el libro de Respira. Está divino.
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