El teatro de sombras es un recurso mágico para contar historias, inventarlas o adaptarlas.
Ponerlo en práctica conlleva un ejercicio de lectura, de selección, reelaborar textos, de dicción, de secuencias y orden, además de un detallado trabajo con las manos.
El resultado del momento siempre es espectacular, porque ante un espacio oscuro en el que diriges tu vista a un foco de luz y del que aparecen personajes con cosas que contarte, inevitablemente, enmudeces.