Michèle Petit es un referente indispensable para cualquier mediador de lectura. Sus investigaciones, escritos, reflexiones e ideas nos abren la mente y dibuja con sus palabras las relaciones y efectos más íntimos entre los lectores y los libros.
Desde 1992 trabaja sobre la lectura y la relación de niños y jóvenes con los libros. Ha dirigido investigaciones sobre la lectura en el medio rural y sobre el papel de las bibliotecas públicas en la lucha contra los procesos de exclusión.
Desde 2005 ha profundizado el análisis de la contribución de la lectura en espacios que son objeto de conflictos armados, de crisis económicas intensas, de movimientos forzados de poblaciones o de gran pobreza.
Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural
Michèle Petit
Editorial Fondo de Cultura Económica, 2015
Ya no soy capaz de leer un libro sin tener al lado un lápiz, bolígrafo y cuaderno. Me gusta tomar notas y escribir párrafos con la esperanza de apropiarme mejor de ellos, de hacerlos inolvidables, de que sigan siendo luz en mis pensamientos.
Y crece mi admiración por quienes son capaces de descubrirnos con sus emociones, experiencias y palabras lo que en muchas ocasiones nos rodea, para degustarlo, percibirlo y valorarlo con la certeza e intensidad que solos no somos capaces.
Leer el mundo me ha hecho casi escribir un cuaderno entero. Está repleto de semillas maravillosas capaces de crecer en sus lectores y continuar explorando el poder de la lectura.
Compartiré algunas notas inspiradoras (quedarán muchísimas en el cuaderno) con el deseo de despertar tu curiosidad y que si aún no lo has leído, no puedas resistirte a ello. Saber que existe una comunidad de lectores, educadores, bibliotecarios, mediadores que comparten las ideas de Petit, es muy alentador.
“Este libro es un alegato para que la literatura, oral y escrita, y el arte bajo todas sus formas tengan lugar en la vida de todos los días, en particular en la de los niños y adolescentes”
” Procuré responderles desde diferentes lados: explicando por qué era vital presentar el mundo a los niños y de qué manera los libros y otros bienes culturales contribuían a ello; evocando la manera en que leer podía reanimar la interioridad, poner en movimiento el pensamiento, relanzar una actividad de construcción del sentido, suscitar intercambios; recordando que el lenguaje y el relato nos constituían, pero también, mostrando que una dimensión esencial como “inútil” debía añadirse a la vida de todos los días, o celebrando lo imaginario”.
“Es forjar un arte de vivir cotidiano que escape a la evaluación cuantitativa. Es llegar a componer y preservar un espacio muy diferente que privilegie el juego, los intercambios poéticos, la curiosidad, el pensamiento, la exploración de sí y de lo que nos rodea. Es mantener viva una parte de libertad, de sueño, de algo inesperado”.
“La transmisión cultural es una forma de presentar el mundo a los otros. Como poner orden a las estrellas del Universo y formar constelaciones para ordenar el caos”.
“Te presento los libros porque una gran parte de lo que los humanos han descubierto, está allí”.
“Las bibliotecas no son simples lugares de “acceso a la información”. Son conservatorios de sentido, metáforas que ponen el mundo en orden.[…] Las obras de los artistas alimentan las conversaciones sobre la vida y doman lo desconocido”.
“La lectura desencadena súbitas tomas de conciencia de lo que nos sucede interiormente”.
“Lo esencial de la lectura, cuando no está regida por la obligación o la utilidad, es la asociación de ideas inesperadas al levantar la vista”.
“Soy anticonformista, leo”.
“En general a la hora de defender la lectura se argumentan hechos serios y útiles: vocabulario, ortografía, conocimiento, espíritu crítico, sociabilidad…. La revelación de la ensoñación y lo imaginario queda más oculto, cuando para todos los que leen, lo imaginario es vital y la lectura es un camino privilegiado.”
“Cuando las disciplinas no estaban separadas y los saberes dialogaban, la ficción literaria fue un instrumento de conocimiento fundamental para contar el mundo”.
“Que el adulto no se ponga demasiado por delante (en la lectura en voz alta), sino que preste su voz al texto, que se constituya en mediador y preserve de este modo el lugar del Otro, del tercero”.
¿Por qué sigue manteniéndose en los márgenes la educación en el Arte?
“El arte en la Escuela modifica las percepciones y los comportamientos frente a los saberes, a los métodos de aprendizaje y contribuye de manera determinante el acto de “aprender a pensar”.
“Lo que está en juego es de hecho, otra manera de trabajar, de pensar, en las que las prácticas artísticas dialogan con los métodos científicos, la sensibilidad con el intelecto, para leer lo real en su complejidad”.
Leer el mundo es inspirador. Recoge además la autora muchas experiencias de lectura en comunidad de múltiples lugares del mundo muy emocionantes, innovadoras y capaces de ser transformadoras.
Y anoto una última optimista reflexión.
“Aunque los niños a los que ustedes leen historias no lleguen a ser lectores, ustedes no habrán perdido el tiempo. Les habrán llenado los bolsillos, colmado la maleta con un tesoro de palabras, relatos, imágenes de las que podrán apropiarse para no sentirse perdidos frente a lo que les rodea. Los habrán ayudado a fabricar recuerdos a los que volverán mucho tiempo después.
Habrán hecho una obra más que útil”.
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Etiquetas: ensayo, lectura, referentes de lectura
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