Tras el inicio de las aventuras de la familia Melops, Tomi Ungerer continuó con los animales como protagonistas de sus historias.
En 1958 se publica Crictor, una boa que se convierte en animal de compañía de una anciana; en 1959, Adelaida, la cangurita con alas que recorre el mundo; en 1960 aparece Emil, un simpático e inteligente pulpo verde; y en 1961, Rufus, un murciélago que quiere ser diferente.
No son animales redondeados y peluditos que en principio despierten simpatía, ternura y apego. Curiosamente los protagonistas de Tomi Ungerer pertenecen a especies raras y nada habituales como mascotas para toda una vida. Una boa, un pulpo, un canguro, un murciélago…y olvidaba a Orlando, el buitre valiente.
Todos son diferentes y se esfuerzan por ser aún mejores, a pesar de las miradas recelosas de la gente, que solo saber ver con ojos llenos de prejuicios…
!! y Tomi hace de ellos un encanto!!
Rufus es un murciélago que solo conoce la oscuridad de la noche y decide quedarse despierto para ver los colores del día.
Desde que una noche vio una película en tecnicolor en un cine al aire libre, ya no tuvo otra idea en su cabeza: el mundo es de color.
Al ver los hermosos colores de los pájaros y las flores se sintió muy triste por ser tan apagado y con una caja de pinturas, se pintó con vistosos colores.
No creas que fue una buena solución: terminó malherido, casi ciego y con dolores de cabeza. Gracias a la ayuda del Dr. Tarturo, pudo reponerse, volver a su casa y de vez en cuando, cazar bonitas mariposas nocturnas.
No siempre las ideas que se nos ocurren son las mejores, pero ¿quién no tiene derecho a equivocarse si se esfuerza en conseguir un propósito?
Tomi Ungerer comienza ilustrando para los niños de manera muy clara y clásica como lo hace con los Melops y Adelaida: dibujos figurativos, líneas finas, dos tintas y escenas muy narrativas.
Sin embargo, es muy versátil con sus lápices y colores. En Rufus, se hace mucho más atrevido con las formas y el color, así como en la disposición de las ilustraciones en la página: trazos gruesos, fondos fuertes y contrastados, figuras que aparecen por una esquina e incluso formas con faltas de líneas.
Es tremendamente original y comienza a poner en valor muchas características ilustrativas de lo que conoceremos más adelante como álbumes ilustrados.
Rufus tiene muchos parecidos con la obra que publicó en 1961, Los Tres bandidos, traducido a 30 idiomas y convertida en un clásico contemporáneo. Una de nuestras historias favoritas que ya contamos aquí.
Rufus nos ha recordado a una técnica plástica en que al negro se le da mucho color.
- Con ceras blandas de colores, cubrimos toda la figura del murciélago alternando colores.
- Cuando esté plenamente lleno de colores, coloreamos todo encima con el negro.
- Y ahora, con una horquilla, la punta de un lápiz grueso o algo que raspe suavemente, vamos sacando los colores.
Recortamos la silueta y …
¿crees que Rufus estará más contento con este nuevo traje?
Puedes imprimir la figura del murciélago desde aquí.
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Adoreii !
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¡¡Hola!! Sigo el blog desde hace tiempo y por eso me gustaría invitarte a participar en el sorteo de un ejemplar firmado de “Pablito no quiere nacer”. Espero que te guste y que te animes.
Un beso,
Isa
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Como siempre, impecable la entrada. ¡Muchas gracias por estos paseos pro la obra de Ungerer!
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Me alegra que compartamos esta coincidencia 😉
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