Los cuentos no son solo cosa de niños.
Los cuentos guardan la memoria de la naturaleza y los animales de un lugar; guardan también la memoria de lo que les sucedió a los habitantes de ese lugar, e incluso, de lo que desearon ser o tener.
Los cuentos guardan la cultura de los pueblos que han ido entretejiendo entre comidas, cantos, ritos, creencias, atuendos, dichos y hechos cotidianos, para recordar y contar.
Por eso, ante la convocatoria de los cuentos, hemos estado allí.
En Hoyos, Sierra de Gata, el Extremacuentos.